El sabor de la carne

Publicado: agosto 7, 2010 en La vida de Stefan

Al principio,me alimentaba de lo primero que me encontraba en mi camino,incluso de carroña,algún conejo o rata que yo mismo cazaba,me apasionaba cazar…ya fuese con una simple trampa o planear la derrota de mi oponente. Jugaba siempre con ventaja puesto que desde niño,me crié por estos bosques que me enloquecían y entrañaban,los conocía como la palma de mi mano. Alemania es un lugar con mucha vegetación,casi un tercio del país esta cubierto por ella,hayas…coníferas…fresnos…la amaba y adoraba…Mientras devoraba a mis presas,me imaginaba como seria el placer y sabor de comer carne humana,su sangre callendome por la boca con mis manos encharcadas,pringado de ellos, y esa sensación de lujuria salvaje,que me recorría por todo el cuerpo como si fuese un animal hambriento envuelto en medio de la selva. Hasta entonces era una incógnita para mi,por la parte humana quizás que me hizo durante unos cuantos años de mi vida de privarme de su consumo,me negaba a comer humanos porque siempre creí que terminaría intoxicado por su estupidez,los animales eran diferentes,oponían resistencia con inteligencia y agilidad,cosas que estos malditos títeres resulto mas fácil cazarlos que aun pobre conejo…

Podia sentir la presencia de la gente solo por su olor,cada cosa tenia su propio hedor,tenia ese sentido muy desarrollado,podía oler a un humano o a un animal muerto a kilometros. De echo,fue mi primer arma de supervivencia cuando me convertí en lo que soy,me ayudo a sobrevivir en este asqueroso mundo de mierda,me ayudo a poder liquidar a aquellos que me servirían de alimento,al igual que podía partir el cuello de una persona con mis propias manos,como si fuese un tierno hueso de gallina…la naturaleza me brindo una fuerza sobrehumana,pero también su sed,algo que me invadía locamente y la cual me convertía en cazador por naturaleza,no tenia mas remedio que saciarme…

Un día,a media tarde,casi era de noche,me alarmo un olor distinto e intenso. Comence a olisquear,como si de un perro se tratase,me agazape,y comencé a correr a gatas por el suelo siguiendo el rastro. Conforme corría como animal que lleva el diablo,lo sentía cada vez mas cerca de mi,podía saberlo por la intensidad de su hedor que incrementaba,de la misma forma que incrementaban los palpitos de mi corazón,cada vez mas fuertes,parecía que se me iba a salir por la boca…

De pronto unas risas me sobrevinieron,provocando que me parase en seco rápidamente detrás de un arbol. Seguia agachado. Alze la cabeza tras los arbustos y pude ver a una pareja de jóvenes,aparentemente borrachos,venga meterse mano,el chico corría detrás de la chica y esta se hacia de desear,de un lado para otro,escondiéndose tras los arboles. Llevaban una mochila con una manta,la cual echaron al húmedo suelo al lado de una pequeña roca. El chico se puso encima de ella y empezó a besarla. A medida que iban quitándose la ropa risueños y felices,comencé a acercarme lentamente…poco a poco…sin quitarles la mirada de encima. Cuando estube lo suficientemente cerca,el ya estaba en plena faena,lo cual me saco una pequeña sonrisa,de la SORPRESA que les esperaba…

De repente,mi mirada se heló,a la misma vez se creo un pequeño silencio y aprovechando este,me alze sobre el chico agarrándolo por el cuello. Con solo un pequeño giro muscular acabe con esa maldita rata,que cayo desplomada sobre el suelo como si fuera un trapo,la chica comenzó a gritar despavorida,echándose las manos a la boca. Ella no reacciono de manera violenta,no se creía lo que estaba sucediendo,se quedo mirando mi rostro,mi boca llena de babas,mi mirada penetrante con los ojos inyectados en sangre…estaba aterrada. Sin mediar palabra,la hice callar. Le metí mi puño en la garganta y la asfixie. La verdad,después de acabar con sus penosas vidas,estube un rato mirándoles,jadeante,mirando a mi alrededor. Cogi mi mochila,(la cual estaba compuesta SOLAMENTE por un cuchillo de caza y unos «tapers»,aparte de mi bloc de notas),saque mi amado cuchillo y corte una loncha de la chica,de la zona del costado. Debia tener unos 18 años mas o menos,con el pelo pelirrojo y de tez pálida,blanca como la luz brillante. Me lo metí en la boca lentamente,cerré los ojos,comencé a temblar,masticando aquel manjar prohibido de los dioses,solo los reyes del cielo y de la tierra podían comer tales placeres. Temblaba compulsivamente,masticando y tragando la carne de la joven,y salio de mi cuerpo un alarido tan fuerte de satisfacción que ni el propio tarzan..me oyeron en el confín del mundo. Con un gesto de satisfacción y de risa me quede tembloroso,de rodillas…y una lagrima callo sobre mi rostro…Por fin…el tan preciado,sabor de la carne…

Die Kannibalischen

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